Las habilidades sociales incluyen un amplio repertorio de conductas que favorecen la relación con lo demás.
Su entrenamiento permite consolidar y reforzar las ya existentes así como la adquisición de otras que van a aumentar la satisfacción en las relaciones sociales, favoreciendo el bienestar individual así como el de las personas con las que se interacciona.
Conocerlas y entrenarlas supone un mayor nivel de autoeficacia para afrontar las dificultades que vayan surgiendo en las distintas áreas vitales.